sábado, 3 de noviembre de 2012

MOMENTO INTERMEDIO ( I )

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“ NO ERES SU AMIGA, LA UTILIZAS PARA SENTIRTE MEJOR TU MISMA ”
Una lluvia de esas que son insoportables, con abundancia de precipitaciones en un barrio residencial de la ciudad de Chicago, la imágen nos traslada desde el exterior a una ventana donde se oye a dos amigas discutiendo a la misma habitación. La conversación queda interrumpida cuando al llamar a la puerta entre quien parece ser el reciente novio de una de ella, quien le propone fugarse con él, a lo cual ella acepta inmediatamente e ilusionada. La otra chica, con quien discutía, le parece una locuray trata de convencerla para que no lo haga. La conversación sube de todo hasta el momento en que interviene el chico, con la frase que lleva de título este escrito.
Es aquí donde me gustaría detenerme, en esta idea. Una idea llevada al cine, pero algo que aunque no lo parezca, puede sucedernos en nuestra vida social, en nuestros momentos de ocio, cuando conocemos a personas y vamos forjando una relación amistosa en mayor o menor frecuencia o de compañerismo, ya sea académico, laboral o de otro ámbito.
Esta escena pues, nos da esa idea, de cuando por cualquier clase de circunstancia conocemos a una persona con la que tenemos la posibilidad  de mantener toda clase de conversaciones. Conversaciones que nos damos cuenta con el tiempo que le sirven a quien nos ha conocido para desahogarse con nosotros, para descargar sus inseguridades, sus frustraciones, como aquí dice el personaje , utilizarnos con el fin de sentirnos mejor consigo mismos.
Un claro ejemplo, de cómo una escena que en principio puede parecer simple, o habitual, guarda mucha más información de la que pueda parecer a simple vista. Estoy seguro de que muchos de nosotras y nosotros, hemos vivido experiencias como la que describe esta frase, de un modo u otro.
Son escenas como estas con las que solemos identificarnos, momentos claves y puntuales que nos dan de que pensar, con los que podmeos hacer del cine, de determinadoas obras d ela gran pantalla, ejemplos claros con los que aprender al mismo tiempo que disfrutamos y mejoramos como personas.❑

domingo, 21 de octubre de 2012

Símbolos y lenguaje corporal: el arte de las agujas


Asentados en la piel, más exactamente en la capa de la dermis, situada bajo la epidermis. En esos espacios del cuerpo humano quedará marcada de por vida formas artísticas creadas por la tinta y perforadas con la aguja de aquellos utensilios que sean necesarios con el fin de crear tatuajes. Un lenguaje corporal, una forma de comunicación de gran riqueza, que en ocasiones queda en un segundo tercer plano, o incluso a veces muy desapercibida. Pero nunca en su totalidad. Nada en el cine es casual, y cualquier interprete con ciertos tatuajes no iba a ser una excepción. Una cualidad, que puede adaptarse en muy diferentes géneros del cine. Acción, suspense, terror, comedia, y un largo etcétera. El único inconveniente para que sea una idea efectiva en cualquier película, requiere que esté bien adornado y decorado, es decir, que tenga un significado destacable, y cuanto más sea así mejor será valorado por el espectador.

En el escrito anterior a este, se escribió sobre American History X (Tony Kaye, 1998) sobre su representación del espacio carcelario. Más en profundidad, tanto dentro como fuera de este, la enorme carga simbólica de los tatuajes de su protagonista como la de muchos de los personajes que le rodean, produce una gran fuente de información sobre ellos, y además les da una vitalidad a los personajes, diciendo quienes son, sus objetivos en la vida, sus principios, o al menos, eso tratan de demostrar. No es que nos ofrezcan todos sus datos para conocerlos en su totalidad, pero si nos dan una primera impresión sobre ciertos rasgos de su personalidad. No debemos olvidar, que porque alguien cualquiera, tenga ciertos tatuajes, sepamos ya que clase de persona es. Es un error muy simple en el que no se debe caer. De hecho, Derek cambiará de forma de ser en cuanto a sus convicciones, que parecían ser tan ferreas e inamovibles como sus tatuajes. Unas ideas tan inamovibles que se tambalearán hasta desaparecer de su propia personalidad, pero no podrá hacerlas desaparecer de su piel, como él mismo aprecia, al verse en el espejo, donde en su torso comprueba que algo queda de su pasado que no podrá borrar fácilmente, que ahí le quedará marcado por mucho que pueda parecer que se arrepiente, de que se ha equivocado totalmente en su manera de actuar tiempo atrás.

Frío, paciente, y algo calculador serán algunos de los atributos que corresponden a Nikolai, interpretado por Vigo Mortensen en Promesas del Este (David Cronenberg, 2007). Unas características que en sus tatuajes, muchos de ellos con una simbología tan religiosa como cultural: se aprecian desde cruces ortodoxas rusas, hasta incluso una recreación de lo que parece ser la catedral de San Basilio de Moscú. Toda clase de actividades ilegales en un individuo cuyas creencias parecen estar unidas, y al mismo tiempo se podría considerar que responde tal vez a distinguir entre vida profesional y vida privada. Por otro lado, que Nikolai pertenezca a una hermandad mafiosa, los Vory V Zakone, es requisito necesario que su cuerpo este decorado de semejante manera, en un proceso donde su historia personal queda reflejada, y al mismo tiempo corresponde a un proceso ritual y de escala social dentro de esta hermandad.
Un proceso ritual o de aceptación dentro de grupos más o menos de diferente carácter, como es el caso de Miclo en Sangre por Sangre ( Taylor Hackford, 1993) donde consigue ser aceptado entre sus semejantes étnicos tras ser tatuado, acompañado dicho proceso del consumo rápido de alcohol. A medida que avanza el largometraje y la evolución del personaje su escala social será más importante e influyente, acompañado incluso de más tatuajes que le representarán como alguien con reputación en un entorno marcado por las rivalidades entre bandas dentro de la cárcel de San Quintin. Muy inusual será encontrarse aún solo preso que no esté marcado por la aguja. La mayoría de personajes que giran en torno al protagonista tendrán una amplia variedad de imágenes perforadas en su piel. Unas imágenes que van desde temáticas tan profundamente religiosas, como étnicas, o incluso no podían faltar los símbolos más racistas y fascistas como esvásticas, y símbolos relacionados con este. Estos últimos serán más propios de lo que se podrían considerar los antagonistas.
En Abierto hasta el Amanecer (Robert Rodríguez, 1996)no parece que el tatuaje de su protagonista diga mucho en un principio, de hecho prácticamente queda desapercibido durante casi toda la película, ya que se mantiene tapado por su vestimenta. Habrá que esperar hasta el final, cuando veamos toda la obra artística que invade su brazo izquierdo. En este caso no importa tanto la creación del mismo, sino lo chocante que puede resultar que sepamos cómo es realmente en su totalidad. Como se suele juzgar, incluso inconscientemente (ya sea a personajes del cine o reales de nuestra propia vida) la primera impresión es la que cuenta. El día que consigamos olvidar esta idea, habremos dado un paso gigantesco, tanto a la hora de ver y entender cine, como en la humanidad, y es aquí, con ello, con esa imagen de George Clonney, un ejemplo de ello, al menos un ejemplo en apariencia.
Justicia y venganza, dos términos que se encuentran muy próximos entre sí, aun paso de distancia son en su conjunto, los que lucirá Robert De Niro en el Cabo del Miedo (Martin Scorsese, 1991) siendo el segundo término el que triunfe sobre el primero. Se trata de un conjunto de tatuajes que resumen todas sus ideas, sus sentimientos, y sobre todo, sus frustraciones. Unas frustraciones que han ido poco a poco generándose dentro de él y reflejadas de por vida en su torso tatuado de un modo muy variado.
Uno de los castigos más espeluznantes y terribles que peude sufrir quien haya abusado sexualmente de una persona tan antisocial como quien desprecia de un modo tan extremo el machismo y el sexismo contra las mujeres se encuentra en el largometraje de Millenium: los hombres que no amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009). Un abogado sin escrúpulos que no duda en abusar sexualmente de quien tiene bajo su custodia legal, será sometido por esta a ser reprimido por la aguja y la tinta: en esta situación el tatuaje será un método de aviso, de castigo, de venganza, de demostrarle lo que le sucede por sus actos violentos. No se trata pues, de representar una imagen artística, de hecho, quien elabora el tatuaje, no tiene conocimientos previos de cómo realizarlo, ni lo ha practicado nunca ya que se conformara con que quede lo suficientemente visible para que esté lo tenga como una señal de por vida, por sus abusos cometidos.
En la comedia, será un elemento muy útil, dando ideas tan creativas, como la de hacerse un tatuaje, sin ser en absoluto consciente de ello, como es el caso de Stu en Resacon 2, Ahora en Tailandia (Todd Philipps, 2011). Sin ser consciente de ello, debido al abusivo consumo de alcohol y sustancias estupefacientes, tendrá como consecuencias negativas una imagen de estilo tailandés sobre su cara. Así pues, a diferencia de los otros personajes ya comentados, el caso de Stu, constituye un problema en su apariencia y en su forma de ser, ya que en condiciones normales ni se le habría pasado por la cabeza tatuarse, y muy seguramente, mucho menos, en su rostro.
Amor y odio, ambos sentimientos tan contrarios como cercanos, marcados  en los nudillos de las manos (LOVE en la derecha y HATE en la izquierda). Un par de conceptos que resultan ser abstractos, pero el lugar donde se encuentran situados hace que tengan una cierta esencia, aunque se trate de formas de pequeño tamaño y sin motivos ni decoraciones artísticas: simplemente dos palabras que en su fondo, resultan necesarias para conocer más en profundidad al reverendo Harry Powell, el personaje que los lleva. Se deduce pues, en un sentido metafórico, una lucha constante entre el bien y el mal, un recurso muy efectivo en el cine para crear toda clase de mensajes metafóricos de gran consideración y de lo más extrovertidos posibles: el uso y empleo de tatuajes como es el caso de este personaje.
En su conjunto, son pues para el cine, para la creación de sus personajes, de lo que puedan representar, un lenguaje corporal, de por vida (si dejamos a un lado los sistemas de cirugía láser para eliminarlos), una forma de expresarse basada en imágenes y/o palabras de una manera más o menos artística, que nos ayuda a entender y comprender toda una serie de ideas sobre la trama y la temática del largometraje, que se esté presenciando.

sábado, 6 de octubre de 2012

Rutina y supervivencia entre muros y rejas


Son en las instituciones penitenciarias y prisiones, donde el cine trata de hacernos ver el lado más humano de los distintos perfiles que podemos encontrar en estos espacios. Un mundo donde las normas, leyes, relaciones personales entre unos y otros, y, sobre todo  la convivencia entre presos dista mucho entre los muros que la separan.
Llevado al cine, nos aporta un amplio abanico de experiencias, sobre personajes muy dispares entre sí y claramente diferenciados, aunque mantienen patrones comunes en la mayoría de ocasiones.

Cadena Perpetua (Frank Dorabont, 1994)

Andrew Dufrense (Tim Robbins) acusado de doble homicidio, hombre de éxito en su trabajo, director general de una sucursal bancaria, un hombre con futuro por delante, será condenado a cadena perpetua. Paciente, tranquilo, calculador, a pesar de no ser un delincuente habitual sabrá hacer frente a las dificultades que estar en prisión le creará, gracias sobre todo a su educación, su experiencia profesional y sus conocimientos en ciencias, en especial la geología.
Nada más entrar en la cárcel se desmoraliza, e incluso los primeros años son muy duros debido a agresiones que sufrirá pero enseguida sabrá integrarse, tanto con diversos presos, como con los celadores e incluso el propio alcaide de la prisión. Se debe tener en cuenta que con estos últimos las relaciones serán prácticamente profesionales y administrativas. Todo ello, tendrá un objetivo importante para el protagonista y otros propósitos como el de sobrevivir entre los muros que lo mantienen preso.
El fenómeno de la institucionalización en los presos será otra temática reproducida en esta cinta, cuestionada por unos y por otros presos, entre los más cercanos a Andy el personaje secundario, Red (Morgan Freeman) el cual también sentirá este proceso que el mismo denomina como ya se ha dicho; institucionalizado. Un hombre con fines comerciales dentro de la cárcel dedicándose al contrabando como vía de escapa a la rutina del día a día de una prisión. Una rutina que él mismo califica como se podría decir que es el concepto clave que resume la percepción y el sentido de la vida dentro de una cárcel: rutina y más rutina, sin apenas variación en el día tras día.
El jefe de los celadores, será quien se encargue de hacernos ver la política de la violencia, de demostrar a los presos quién manda sobre ellos, el cual no dudará en propinar palizas hasta la muerte si fuese necesario, con el fin de mantener bajo control a los demás presos, que por otra parte no muestra arrepentimiento y su conciencia queda tranquila. Para él, que un preso actúe de un modo incorrecto, saltándose cualquier tipo de norma , por muy leve que pueda parecer, es suficiente para tener una excusa a la que acogerse y tener la oportunidad de poner el práctica toda clase de castigos físicos, ya sea agresiones físicas o encerrado en lo que se denomina en esta película como el “agujero” cuartos prácticamente oscuros sin apenas espacio para los presos, algo muy común en esta clase de géneros carcelarios, ya sea, que se nos muestre en alguna escena determinada, o mencionada en algún diálogo.

Celda 211 (Daniel Monzón, 2009)

En un solo día, donde transcurre un motín, fingir disimular y mentir serán las armas de defensa del protagonista Juan (Alberto Ammann) el cual deberá hacerse pasar por un preso más en el momento justo de estallar la revuelta. El miedo estará presente en él en todo momento, algo que deberá controlar para poder sobrevivir. Un miedo que irá a más con su pareja sentimental, la cual se percatará de lo ocurrido. Malamadre, (Luis Tosar) el antagonista cuidará sus intereses los cuales son también colectivos pero incluso a él mismo se le crearán dificultades y tendrá sospechas sobre Juan, hasta el punto de descubrir su verdadera identidad: un celador, uno de sus enemigos, aunque no hubiese entrado antes en contacto con Malamadre.
Por  encima, al otro lado del motín y junto a él estarán las administraciones penitenciarias, que tendrán en todo momento entrar por la fuerza, pero se lo impedirá la situación de protagonista. Unas administraciones que cuentan con Utrilla, (Antonio Resines) un funcionario como fama de practicar métodos violentos con tal de obtener información: su política y su lenguaje de relacionarse son el uso de la fuerza hasta donde sea necesario.
 Las consecuencias principales de este conflicto como base principal de la película, tendrán una serie de consecuencias fuera de ella: la reacción de los familiares de los presos agolpados a sus puertas, como reacción a la misma. Una puesta en escena que nos mostrará el exceso de la violencia por parte de las autoridades.
 Se aprecian perfiles de presos propiamente españoles aunque en muchos casos la presencia latinoamericana, colombiana más concretamente, tendrá su sitio y un particular personaje de raza negra. Dos culturas totalmente aisladas con un denominador común: llevar a cabo sus reivindicaciones por la fuerza. Encabezados eso si, por un hombre que nada tiene que perder.
 Asi pues, tenemos a Juan, Malamadre y el conjunto institucional; los 3 con algo en común: conseguir tener el control

Sueños Rotos (Jonathan Kaplan, 1999)

Un ejemplo sobre un drama carcelario donde está presente el género opuesto será Sueños Rotos con la puesta en escena de una cárcel femenina en Thailandia. Dos chicas encarceladas por tráfico de estupefacientes, de nacionalidad estadounidense, falsamente acusadas, protagonizarán este drama, habituado y rodeado de presas con clarísimas diferencias en todos sus contextos en cuanto a la cultura sociedad lengua política, etc. No solo se trata de ver en esta película la situación de la mujer en la cárcel, sino también las durísimas condiciones para estas chicas.

En el Nombre del Padre (Jim Sheridan, 1993)

Basada en una historia real, también fueron acusados falsamente Gerry Colon (Daniel Day - Lewis) y su padre Giuseppe, (Pete Postlethwaite) así como algunos más entre amigos y familiares, por un atentado con víctimas mortales en 1973 en Londres a manos del Ira.
Indignación, malos tratos, torturas, relaciones de parentesco, solidaridad, frustración, el valor de la fe, son algunos de los elementos que más resaltan y califican esta narrativa
Como ya se dijo, dos hombres encarcelados injustamente, lucharán desde dentro por medios legales, y con la ayuda desde fuera de una abogada hasta conseguir su libertad y posteriormente justicia. Dos hombres, padre e hijo, que a pesar de sus lazos de parentesco, tendrán sus diferencias que con el tiempo irán superando hasta llegar a entenderse, especialmente Gerry.

Allí conocerán al responsable del atentado del que fueron acusados, al cual evidentemente no le imputaron, a pesar de reconocérselo a las autoridades policiales. Estas, al saberlo, mostrarán indiferencia por sus errores, lo que le da a la película mayor énfasis y producirá mayor rabia para el espectador. Una rabia, una frustración como se dijo antes, que finalmente Gerry será consciente.

El Pico 2 (Eloy de la Iglesia, 1984)

La secuela de El Pico, producción española perteneciente al género cinematográfico del conocido como género quinqui, nos conduce a la ya cerrada cárcel de Carabanchel durante los años 80, en un contexto marcado principalmente por la heroína. Será está droga la causante, la base principal de esta historia, la que vaya forjando el destino Paco (Jose Luis Manzano), el hijo de un comandante de la guardia civil, así como el de los personajes más cercanos que le rodean.
 Cada uno de estos personajes más secundarios mantendrá con la heroína una digamos, relación con ella, en función de su perfil. El padre de Paco, Evaristo Torrecuadrada (Fernando Guillén) la repudiara totalmente y tratará, por todos los medios a su alcance de ayudar a su hijo contra ella con el fin de conseguir desengancharlo (a pesar de que en la primera parte, le conseguirá droga para calmar el mono, algo que resulta muy excepcional. Su compañero de cárcel, se enganchará a ella cuando le conoce, saliendo este totalmente perjudicado. Y el apodado como Lehendakari no consume pero si trafica con ella, lo que le mantiene tanto en una posición acomodada y al mismo tiempo  le da respeto y reputación por parte de los demás presos. Temido también por aquellos que traten de hacerle frente, pero no por posesión de heroína sino por haber sido de la ETA y presumiblemente haber asesinado a un guardia civil, algo que al protagonista le causará un cierto temor y una serie de dudas al saber que quiere conocerle.
Contar con actores no profesionales; diálogos y vocabulario muy coloquial y cerrado; actuaciones del destape, (prácticas que el cine español, de estos años estaba llevando a cabo en un proceso de evolución), y especialmente, el síndrome de abstinencia, tuvo como repercusión una visión realista y cercana al ámbito del momento. Era pues este, el estilo, el fondo y las formas, que el director Eloy de la Iglesia, con la heroína como la que repercute en toda la trama carcelaria así expuesta.

La Milla Verde (Frank Dorabont, 1999)

Paul Edgecomb (Tom Hanks) funcionario de prisiones del corredor de la muerte, aquí conocido como la milla verde. El y sus compañeros mantendrán diversas relaciones con los presos un tono amable y cordial con los que allí esperan su ejecución pero siempre con orden y rigor dentro de este pequeño espacio. Un cierto clima de paz que se verá afectado por un nuevo funcionario llegado allí gracias a influencias de sus superiores y creará situaciones incomodas con sus compañeros y los demás presos, alterando incluso gravemente la convivencia carcelaria.
Por otra parte, nacerá una especial relación entre el protagonista y un segundo protagonista sentenciado a pena de muerte creado una situación llena de misterio donde poco a poco las incógnitas se van desvelando.
Es la milla verde, un lugar dentro de otro lugar, es decir, un espacio más pequeño y cerrado dentro de la propia cárcel, la cual, queda prácticamente ausente a toda la trama, proporciona así, una historia donde parece que el tiempo pase muy despacio, condicionando a los presos e inclusa los que allí trabajan, haciéndoles experimentar nuevas experiencias y ya no sólo una rutina más en su modo de vida. Una idea que en esta película como las ya comentadas anteriormente, es llevada a cabo en este género. Disciplina y compasión, soledad, y nostalgia, estarán muy presentes entre los personajes que aquí conviven.

El Corredor de la Muerte (Tim Metcalfe, 1996)

Protagonizada por James Woods, en el papel de preso nos dará un nuevo perfil de preso, interpretando este actor a un hombre con un estilo muy personal, sincero, auténtico y muy decidido en sus convicciones, las cuales evolucionan y se van moldeando y modificando a lo largo de su vida y en la última prisión donde cumple condena con una sucesión de hechos que terminaran por transformar su conducta como preso, odiando y despreciando a la humanidad y así mismo.
Un personaje que culpa de su forma de ser a todo el sistema actual que le rodea y le ha tocado vivir: “los felices años 20” y la Gran Depresión en Estados Unidos, y más en concreto, a los sistemas penitenciarios de la época donde hace alusión a como estos, tachándolos de lugares amotinados de presos y más presos sin darles solución alguna ni posibilidad de reforma a quién esta encarcelo. A pesar de todo aquello de lo que pueda ser acusado (robos, asesinatos etc) cree firmemente en la justicia e incluso en la pena de muerte.
Entre sus cualidades destaca ser un amante de la lectura, una vía de escape para dejar a un lado todo su odio, al sentirse con ella incluso cercano a la idea de reformarse socialmente. Se trata de un elemento muy importante para comprender más a este personaje.
La gran duda que se nos plantea, será si tiene o no problemas mentales, algo que él niega con rotundidad, y nos pondrá en serias dudas a la hora de conocer a este personaje.
Desde muy joven comenzó a delinquir, y muy pronto conocería reformatorios y acto seguido toda clase de prisiones, donde se demuestra como los malos tratos y torturas a los que  es sometido crearán su personalidad, ya expuesta. Un paréntesis en todo este proceso, lo marcará en una cárcel en que las condiciones humanas para los presos serán totalmente opuestas, incluso al protagonista le resultan amenas (recuerda al proceso de institucionalización, en cierta medida similar, con el de la película cadena perpetua) gracias al alcaide de esa prisión, un personaje con una política penitencia muy contraria a las estrictas durísimas y habituales prisiones que el protagonista conoció anteriormente. Un hombre que será apreciado por el protagonista por el buen trato incluso fuera de lo común que recibe por parte de este.
Henry Lesser (Robert Sean Leonard) será el carcelero que se acercará a Carl, en principio debido a los malos tratos que sufre en la prisión de Leavenworth en donde ambos se conocerán. Un hombre que aunque no queda del todo claro parece ser comunista, contrario totalmente a los sistemas penitenciarios del momento, y amante de la lectura. Valores con los que Carl se siente identificado. Ambos mantendrán una relación entre carcelero y preso fuera de los marcos habituales a los que este tipo de géneros cinematográficos nos tiene acostumbrados, no tanto en amistad, sino más de un cierto compañerismo dentro de un mismo espacio tan cerrado como es el de la cárcel.

American History X (Tony Kaye, 1998)
El odio como tema principal, y la defensa, lealtad y conciencia de los ideales como temática secundaria saldrán a escena en esta cinta. Derek Viniard (Edward Norton) condenado a tres años de cárcel nos relata sus experiencias haber cumplido condenada. Una experiencia caracterizada sobre todo por el miedo y al mismo tiempo por conocerse a sí mismo, por darse cuenta de sus errores; por ver como su vida se iba desperdiciando, cayendo en lo más oscuro de su personalidad. Al igual que otros muchos presos, primero buscara su sitio, tratará de integrarse con los que en apariencia comparten sus ideales, y sus valores, es decir, sus ideas neonazis (un término que en ningún momento se menciona en la película).
Con el paso del tiempo se irá dando cuenta que en la cárcel de nada sirven las esvásticas ni las cruces gamadas, ni cualquier clase de tinte racista, sino lo que le hace sobrevivir en prisión es no criticar a los que tratan de hacer negocios por encima de sus convicciones e ideas. Unas ideas que poco a poco se va dando cuenta Derek de que ninguno de sus compañeros cree en ellas realmente, sino que son más bien algo muy superficial, una etiqueta.
En definitiva, su experiencia por la cárcel a pesar de ser totalmente dura, resultara ser beneficiosa para el resto de su vida y su familia, dando un giro radical a su persona, y no por  la idea de haberse “reformado”, sino por aquel a  quien conoce dentro de la cárcel, una persona que le quitará la venda de los ojos.

Sangre Por Sangre (Taylor Hackford, 1993)

La puesta en escena de la prisión estatal de San Quintín durante la década de los 70 y parte de los 80, posee un escenario ocupado por presos de principalmente tres razas: blancos negros y chicanos (aunque este último término puede ser discutido sobre su significado, en la película está considerado como una raza entre quienes dicen serlo) agrupados según el color de su piel por poder, para protegerse y/o defenderse de aquellos que sean sus contarios.
Blancos pertenecientes a un grupo neonazi, negros con descendencia africana, y mexicanos, chicanos, de su mismo país, competirán por poder, fuerza, negocios etc. con tal  de tener su espacio, su comodidad, su protección individual y colectiva. Uso de alianzas, treguas, enfrentamientos, por unos más que por otros, son muchos de los ingredientes que tiene como resultado, la fama de esta prisión, tal como su director nos hace ver.
De modo individual, Miclo, el protagonista, inmediatamente al llegar a esta, tratará de buscar su posición con los que él considera su gente, integrarse con aquellos cuya raza (para él resulta lo más importante, la base de todo aquello que representa sus valores) es la misma que la suya. Pero sufrirá problemas debido a la tonalidad de su piel, la cual le confunde con los blancos y tendrá dificultades para estar con los suyos.
Montana, hombre de posición dentro de su círculo más cerrado, La Onda, su política es la base de la diplomacia peor no duda en hacer uso de la violencia siempre y cuando sea totalmente necesario. Su naturaleza va acompañada de su vida personal,  simbolizada en su hija, lo más importante para él. Estar en contacto con ella, representa lo máximo, lo mejor que puede ocurrirle en su vida.
Aider, jefe máximo de la vanguardia ariana, los EI BI, conjunto neonazi muy cerrado, donde solo los blancos tiene su sitio. Aprovechan cualquier motivo y excusa para hacer la guerra, buscar enfrentamientos hacia sus contrarios, los chicanos, la onda, y los negros, los Bi yi ei, la guerrilla negra con el fin no únicamente de controlar el poder económico entre presos, sino además del sometimiento de su raza sobre sus contrarios, los sometidos, en un sistema fascista ya que en palabras de Aider “es un mundo ariano y los de color están para servirnos”.
La guerrilla negra, dirigida por Mono figth, personaje muy parecido a Montana. El y su grupo, simbolizan la discriminación racial sufrida durante décadas anteriores en Estados Unidos. Al igual que Montana, no duda en hacer uso de la fuerza ante la falta de opciones pero siempre se muestra dispuesto a dialogar con Montana.
Por otra parte hay un elemento muy importante que destaca en esta película: el gran número de expresiones coloquiales del que podríamos denominar como dialecto mexicano (aunque oficialmente no existe tal dialecto, pero aquí se ha denominado así por llamarlo de alguna manera). Es tal el número de veces que se emplea, términos tan conocidos como “pinche” o “puto” que personalmente opino que a veces roza lo exagerado, especialmente cuando incluso blancos y negros en esta película también lo emplean (conviene advertir que así es al menos en la versión doblada en español latino). Una serie de expresiones que en ocasiones pueden crearnos dificultades a la hora de entender ciertos diálogos.
Como apunte final, merece la pena comentar toda esa clase de elementos propios de las cárceles, esos patios exteriores, en muchas ocasiones acompañados de elementos y artículos de gimnasia creando así una esfera del entretenimiento dentro de las cárceles y quienes son aquellos que tiene una posición respetable dentro de las cárceles. Una serie de objetos que rara vez aparecen en cárceles ambientadas antes digamos de la segunda guerra mundial aproximadamente. Otras secciones recreadas son o bien la lavandería, otro escenario muy empleado en los dramas carcelarios, o bien enfermería, o incluso carpinterías, sitios donde siempre veremos a presos trabajando en ellas. No sólo se nos muestran presos y más presos agrupados o individualmente, sino también la política penitenciaria de cómo estos han de realizar toda una serie de labores, dentro de un sistema establecido por las administraciones penitenciarias.❑

viernes, 28 de septiembre de 2012

Juventud y adolescencia americana durante los años 50


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urismos como los que actualmente circulan por las calles de Cuba; máquinas reproductoras de vinilo, donde introducían una moneda y elegían su canción; chicos de cazadoras, ya fuesen de cuero o universitarias; chicas animadoras, apoyando a sus novios amigos o compañeros de posiblemente su mismo vínculo de amigos; la frustración de algunos por perder la virginidad de cualquier manera; bailes de instituto al terminar el curso escolar, algunos retransmitidos por los primeros equipos de televisión y los medios audiovisuales del momento; la popularidad de unos sobre otros; navajas, y diversas armas blancas empuñadas por pandillas callejeras, frente a sus rivales del mismo barrio o ciudad; ausencia de estupefacientes; Baloncesto, fútbol americano y béisbol como deportes destacables; y por supuesto rock and roll.
Son estas, y muchas más un conjunto de características que en una gran variedad de títulos del cine han tratado y tratan de mostrarnos en muchas obras del séptimo arte. Si tratamos de relacionar dicha década (la cual no hay que ser exactos en fechas, ya que incluso, traspasaría a la siguiente, aunque ya en un estado más en decadencia) con las imágenes que el cine nos proporciona, no tardaríamos en hacernos una idea de cómo era esta, y al mismo tiempo de darnos cuenta lo que estos films pueden aportarnos sobre un movimiento social de la adolescencia de aquellos años.
No se trata pues, en este escrito, analizar de manera tan amplia los años 50, sino dentro de él adentrarnos en los aspectos más sociales juveniles y adolescentes de la época desde el punto de vista cinematográfico, entrando pues, en lo que podríamos denominar un subgénero más en profundidad.

El musical Grease (1978, Randal Kleiser) nos presenta una romántica trama principal entre sus dos protagonistas, rivalidades, ánimo de superación, competitividad, la idea de la reputación, y otros muchos elementos envueltos por los bailes que aquí se nos presentan. Sus personajes más destacables forman un grupo de amigos, paralelo al de un grupo de amigas, pero que en diversas ocasiones, ambos, se relacionan en función de elementos comunes, como son el reunirse en las cafeterías de la época donde abundan el compartir en pareja bebidas hamburguesas o helados (no suelen aparecer en este subgénero alimentos  propios de una alimentación basada en primer y segundo plato). Por lo cual suelen referirse a dar un enfoque donde consumir como forma de ocio, y no tanto por necesidad de alimentarse, en donde alguno de estos personajes  podrá disponer del clásico momento en acudir a poner una canción con el reproductor musical típico de estas cafeterías. Son pues, personalidades en donde los chicos vestirán sus cazadoras “chupas” de cuero, de tonalidad negra por lo general, acompañadas de pantalones pitillo y/o ajustados, con destacables peinados de tupe con formas de tirabuzones, sin olvidar el uso del cigarro elemento el cual que da al personaje en el momento de ser consumido un toque de creerse alguien destacable en ciertos momentos, o, de motivo decorativo junto a la vestimenta al ponérselo en la parte superior de la oreja. A pesar de dicha vestimenta, no dudarán en dejarla a un lado en ciertas ocasiones del baile del instituto, donde primara unos ropajes mas a juego con el momento de dicho evento como son trajes negros aunque algunos con colores destacables como azules. El mostrar armas blancas como navajas, es prácticamente nulo y sin ánimo de error en tan sola una escena se mostrará una navaja con un uso de advertir a los antagonistas (los escorpiones, la banda rival, con unas señas en cuanto al ropaje y sus formas de ser, de un modo más radical y violento sin demostrar miedos ni reparos en sus acciones).

El género femenino optara por un estilo donde una serie de cazadoras rosa, nos avisan de que quien las porta, pertenecen a un grupo más cerrado de amigas como así lo confirma una de las integrantes, las cuales tratan de realizar actos que coloquialmente podríamos denominar rebeldes como fumar, beber alcohol o incluso el llegar a plantearse meter a chicos en casa de una de ellas con ausencia de sus padres.
Faldas  anchas y de cierto volumen hasta las piernas y el uso del maquillaje los peinados y la esteticien son de los rasgos más destacables en ellas. Al igual que los chicos, con la llegada del baile, dejarán a un lado dichas prendas para ponerse sus vestidos más elegantes con uso de escote.
Los vehículos propios de la época tendrán otro distinguido papel en la película, ya no únicamente como medio de transporte para acudir al instituto o ir a los autocines propios de la época, sino como medio para mantener relaciones con una chica (sentimentales o sexuales), trabajar los coches tunenándolos para que destaquen frente a los demás, consiguiendo de ellos vehículos más potentes, e incluso adelantados al momento, con el fin de competir en carreras ilegales y en territorios aislados contra la ya citada banda de los escorpiones, con el fin de dejar claras sus diferencias y rivalidades (las cuales no resultan necesarias por parte de la cinta mencionar ya que resultan indiferentes y ausentes) donde competir sobre ruedas es el único camino que les queda a ambas bandas.
Como ya se menciona al principio, se trata de un musical, donde se consigue pues, que los adolescentes tengan aspectos un tanto exagerados en la manera de actuar y comportarse, y especialmente, en sus andares, la cual, les permite actuar de una manera vinculada y relacionada con bailes y estilos musicales de pareja, colectivos, rápidos y con gran dinamismo.
Con la trilogía y producción canadiense de Porky´s (1981, 1983, 1985, Rob Clark y James Komack la última) nos adentramos en el debate sobre la frustración sexual y adolescente que viven sus protagonistas durante su etapa en el instituto, así como la necesidad de perder, sea como sea, la virginidad recurriendo incluso a la los servicios de prostitución si fuese necesario.
Dejando a un lado las chupas de cuero y la moda más rockera, el objetivo final de estos chicos durante estos años, es la de perder la virginidad, así como la práctica, incluso compulsiva del sexo. Sus antagonistas, en la primera y tercera parte de la trilogía serán personalidades de otra generación y ambientes (de 35 a 55 aproximadamente, los cuales frecuentan bares de copas de estilo granjero y del western) lo que dará pues un choque produciendo conflictos, donde los jóvenes al enfrentarse a ellos, tendrán en su mano la posibilidad de hacerlo de un modo que podría clasificarse como atrevido y alocado. En cuanto a la segunda, sus rivales, serán el ku kux klan, la iglesia protestante, y en menor medida cargos políticos como concejales, los cuales quedaran totalmente ridiculizados por este grupo de adolescentes.
A pesar de dar una primera impresión de jóvenes, como ya se ha dicho atrevidos y alocados, muestran otras facetas y vocaciones, como la ilusión por ganar el campeonato de baloncesto de institutos o el ánimo por participar en la función del teatro, así como ayudar a su entrenador con problemas económicos o a un compañero de teatro de origen indio perseguido por las agresiones racistas del ku kux klan.
Mención especial recibe la única mujer que se sitúa junto a este grupo de chicos, en ocasiones acompañada, en planos mas secundarios por otras compañeras suyas de instituto o colaborando con las animadoras, las cuales tendrán su momento de humillar a los chicos, al tratar estos de plantarles realizar una orgía.
Los valores sobre la amistad, quedarán perfectamente bien expuestos en Cuenta conmigo (1986, Rob Reiner). La historia sobre cuatro chicos de 12 años que al emprender un largo viaje irán conociéndose así mismo en unas circunstancias totalmente contrarias a institutos o playas, sino en ásperos bosques y localidades más rurales, lo que favorecerá la temática aquí expuesta como se ha dicho: el valor de la amistad. Otros chicos de mayor edad, se encargarán de darle a la historia cierto dramatismo y suspense, los cuales por medio de amenazas y coacciones, pondrán, antes o después, el valor y la valentía de los protagonistas.Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde, es la sensación, la idea, que produce quien nos relata la narración en off, haciendo alusión a su pasado y a su experiencia vivida en esta película.
Las pandillas callejeras de las capas sociales más bajas, quedarán reflejadas con la película Rebeldes (1983 Francis Ford Coppola). La amistad y la adolescencia entre estas,estarán estrechamente unidas con la marginalidad, la violencia y las pocas posibilidades del futuro más cercano para sus protagonistas, con muchas dificultades a superar, para abrirse camino en la vida e incluso sobrevivir en sus ámbitos de convivencia en circunstancias difíciles.
“El cine de playa” como así se refiere uno de los personajes describiendo así el hecho de ver películas en autocines de considerable tamaño como un espacio de ocio del momento que parecía tener su apogeo en la época del momento. Parece que no importaba tanto la misma película en si misma, que allí se viese, sino más bien una excusa para entretenerse por la noche a la hora de salir con amigos.
Será en 1955 cuando Nicholas Ray lleve a la gran pantalla uno de los rodajes más destacables e influenciables del cine, y sobre todo del género de los años 50, donde James Dean como protagonista de Rebelde sin Causa, será el eje central de toda una serie de valores y dificulta desde la adolescencia de esta época.
Personalmente, merece la pena detenerse por unos instantes en el título: Rebelde sin Causa. ¿rebeldía hacia qué o quién? ¿un rebelde sin causa? ¿sin propósitos? ¿sin objetivos en la vida? ¿sin saber contra que rebelarse?. Es pues una personalidad sin aspiraciones, sin ilusiones por su futuro debido a las condiciones sociales de la época que le tocó vivir, debido a la gran cantidad de dificultades que irá encontrando en su momento peregrinando de ciudad en ciudad sin destino concreto.
En su conjunto, son estas y muchas otras obras cinematográficas ambientadas en aquellos años del pasado siglo, las que nos dan una visión, de un modo u otro sobre muchos de los aspectos juveniles y adolescentes sociales e incluso culturales, perviviendo algunos aspectos, y otros, desaparecieron con la llegada de nuevas tendencias, nuevas generaciones, nuevos gustos, nuevos estilos musicales, etc. Sea como fuere, es una imagen la que nos aportan estos y más títulos sobre la cuestión aquí tratada, que podríamos afirmar muy cercana a la realidad que se vivió en aquellos años.